viernes, 18 de abril de 2008

“La gestión de Sabbatella está más sustentada en valores simbólicos que materiales”

Entrevista a Santiago Muñiz. concejal del Frente para la Victoria



Tiene 26 años y es Licenciado en Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Buenos Aires. Es el Concejal más joven del recinto actualmente. En la actualidad continúa militando en el Peronismo en la ‘Agrupación Arturo Jauretche’. El 10 de diciembre de 2007 asumió como concejal del distrito, elegido por los vecinos de Morón en las elecciones del 28 de Octubre de 2007.
Latitud35 tuvo una charla a fondo con el nuevo integrante del bloque del FPV, donde hablo de su nueva etapa, la derrota del frente en las ultimas elecciones, la autocrítica y el futuro que tendrá al peronismo como protagonista.



¿Tiene algún proyecto en especial para debatir en el recinto?

Si. Hay algunos temas de reformas institucionales en el municipio, mas que nada tiene que ver con armar una Oficina de monitoreo de gestión que estará en manos de la oposición. En realidad uno está de acuerdo con algunas políticas de transparencia del municipio, pero el nudo de la cuestión es quién controla a quién.

¿Por ejemplo?

En el currículum de Lucas Ghi hablan de su paso por la Oficina Anticorrupción. Si Lucas Ghi, va hacer el reemplazante de Sabbatella, no está bien que él controle a Sabbatella, así que queremos hacer algunas reformas que vengan por ese lado.

-¿Usted cree que puede ser posible aun teniendo minoría en el Concejo?

Nosotros en realidad vamos a anexar algunas cosas con el bloque de la Coalición Cívica (CC). Creemos que ellos tiene una postura de tipos maduros y creo que si hay algo para el bien de la institucionalidad del distrito lo van apoyar; al ser tan pocos nos pone en un escenario testimonial de la política. No es lo mismo ser que no ser, se pueden construir algunas cosas. Los temas de política publica no son sólo una cuestión de poder.

-Hubo un cambio con respecto a la presidencia de su bloque, estaba Raúl Esteban y ahora está Maria Cristina Rodríguez ¿por algo en especial?

Nosotros considerábamos y el mismo Raúl consideraba que con la foto o el escenario del 28 de octubre y su alianza de llevar una lista contraria a la nuestra, de alguna forma perdió fuerza dentro del Concejo, de ese punto de vista consideramos que era necesario un cambio y él consideraba que no podía seguir siéndolo. El problema era ¿quién? Por unanimidad me lo ofrecieron, pero yo consideré que no era el momento, esto es nuevo para mi, soy muy joven en la política, es el primer año que soy concejal y me parece que no estoy a la altura de las circunstancias para ser presidente del bloque. Entonces se lo ofrecieron a Rodolfo Molina, quien se negó. Raúl tampoco y por una cuestión matemática, Cristina dijo ‘si tengo que ser yo, lo soy pero no era que lo estaba pidiendo’, de hecho ella ya fue presidenta del bloque.

Ya que nombró el escenario de octubre, ¿Hubo por parte de ustedes una autocrítica o un debate interno con respecto a los resultados de las elecciones pasadas?

En realidad lo más triste del 28 es ver a un tipo como Raúl, que la verdad que yo comparto ideológicamente y metodológicamente todo sobre el peronismo por una cuestión coyuntural nos hayamos dividido digamos. Al enterarnos que en el Frente para la Victoria (FPV), en Morón iba a ver dos listas, automáticamente Sabbatella dejo de ser el adversario, porque veíamos como principal contradicción la misma lista del FPV, eso cambio totalmente el escenario de la pelea de octubre, pero ya está, ya pasó. El grupo quedo muy golpeado después del 11%, pero sí se trabajo en limar asperezas y más allá de ser un error de los actores políticos creo que muestra la debilidad del peronismo en su conjunto.

- Y ahora en el 2009 si Sabbatella deja la intendencia para trabajar en el armado del Encuentro por la Democracia y la Equidad en la provincia de Buenos aires, ¿Hay en ustedes alguna expectativa en recuperar espacios perdidos?

Expectativa hay, creo que lo que más está instalado es Martín Sabbatella y no el partido Nuevo Morón, si bien es una fuerza muy consolidada, por lo que aspiran ellos en el 2011, van a competir con un candidato mas débil que el actual, eso te da una chance, pero por el otro lado no alcanza con las debilidades del otro sino con la fortaleza de uno, si el peronismo no logra normalizarse en la interna y no logra pensar en Morón en de otra forma, entonces no hay esperanza.

¿Qué cosas hizo bien este gobierno y que cosas cree que hizo mal?

En principio con el tema de las cosas malas creo que después de iniciado el tercer mandato, y por las debilidades que tiene la gestión creo que no podemos hablar de herencia, sí podemos estar hablando de una herencia en la forma de hacer política, pero la mayor critica que hacemos a la gestión y sobre todo de políticas publicas de sectores que no tiene acceso a obtener esos servicios, como ser la salud; se construyeron nuevas salitas, pero no funcionan bien y está el caso del hospital, sabemos que hay un proyecto, pero no sabemos si el gobierno provincial no mando los fondos o si no hay proyecto del municipio. El tema de la obra pública, con las últimas inundaciones y la falta de asfalto que hay todavía, falta mucho por ese lado. Y por el otro lado creo que la gestión es prolija, sustentadas en más valores simbólicos que materiales.


Perfil
Libros:
Novelas históricas, Osvaldo Soriano, La Astucia de la Razón - José Pablo Feinmann
Música: Rock nacional, tango y folklore
Hincha de: Ferro




(Por Silvio Botta)

“Tengo varios espejos donde mirarme”

Entrevista a Enrique Louteiro, nuevo presidente del Concejo Deliberante

En el marco de la reestructuración que está llevando acabo el intendente Martín Sabbatella, el 11 de marzo pasado asumió la presidencia del Concejo Deliberante, Enrique Louteiro, abogado y docente egresado de la Universidad de Morón. Dice que quiere “estar a la altura de sus antecesores”. Ejerció desde el año 2004 hasta diciembre de 2005 el cargo de Juez de Faltas en el partido de Morón y milita políticamente junto a Martín Sabbatella desde el año 1993. Fue integrante de la Mesa de Conducción del Partido Frente Grande Morón en el período 1995-1997.
Latitud35 entrevistó al nuevo presidente designado en el Honorable Concejo Deliberante
¿Cómo toma esta nueva función que va a empezar como presidente del HCD?

Es una nueva responsabilidad que definió el intendente para su equipo de gobierno del cual nos sentimos parte de un conjunto y de un equipo. Tengo una ventaja, que son varios espejos en donde mirarme; el hecho de haber trabajado con Mario Grana, cuando fue presidente del Consejo, José Campagnoli y más hacia atrás Jorge Salinas y ‘Juancho’ Pisano, compañeros que estuvieron a cargo de la presidencia en otra etapas y uno espera también estar a la altura de las circunstancia.

¿Cuál cree usted que serán los temas más importantes a tocar en el recinto para la comunidad de Morón?

Serán cuestiones que tienen que ver con el desarrollo urbano y estratégico del partido, que es lo que todos estamos aspirando y buscando y seguramente algunas reformas normativas o legislativas que requerirán la intervención del Consejo. Más allá de las diferencias de los distintos bloques, habrá una convivencia diálogos y construcción.

Hablando de convivencia ¿Cómo cree que será con los bloques del Frente para la Victoria (FPV) y la Coalición Cívica (CC) al tener ustedes. la mayoría en el recinto?

Yo creo que va a ser de articulación, de colaboración, seguramente habrá enfoques distintos, matices distintos con respecto a la gestión local, tanto en lo ejecutivo como aquí en el Consejo, pero entiendo que existe un espíritu importante de construcción en común, sin negar las diferencias del pasado, creo que va ayudar para darse una mejor calidad democrática para nuestro municipio.

Perfil
Profesión:
Abogado
Edad: 40 años
Estado civil: Soltero
Libros: Filosofía del derecho, derecho constitucional
Música: Rock nacional
Hincha de: River Plate
(Por Silvio Botta)

¿Que es la Fam?

La Federación Argentina de Municipios (FAM) recibe subsidios del Poder Ejecutivo para mejorar la calidad de las gestiones municipales.
Para que la federación fuera un ámbito de promoción del municipalismo y no se transformara en la herramienta política de un partido, los intendentes solían rotar en la conducción según su origen político. Un período para el justicialismo, otro para los radicales y un tercero para los bloques independientes, de origen vecinal o socialista.
Así funcionó hasta 2003. Cuando le tocaba el turno a Martín Sabbatella, el intendente de centroizquierda de Morón sin pertenencia a los partidos políticos nacionales, la FAM cambió el método de selección de autoridades.
El presidente de la FAM, Julio Pereyra, fue uno de los primeros barones del conurbano en abandonar al duhaldismo. Con la llegada de Néstor Kirchner al poder, Pereyra trascendió las fronteras del municipio que gobierna desde 1991 en forma ininterrumpida. Accedió a la presidencia de la FAM luego de una polémica reforma del estatuto que iba a alterar de manera radical su funcionamiento.
Desde entonces, y por imposición de la liga de los peronistas que gobiernan los distritos más poblados, las autoridades ya no rotan según su filiación política. Se eligen por mayorías y se permite la reelección. Pereyra ya va por su segundo mandato.“Con la reforma se rompió el espíritu original de la FAM. Pasó a ser un búnker del peronismo del conurbano, con Pereyra atornillado a la silla”, Así lo afirmó al diario Crítica de la Argentina el intendente Martín Sabbatella.


Las autoridades de la FAM están compuesta por:

Presidente: Julio Pereyra, Intendente de Florencio Varela (Foto)
Vicepresidente 1º: Daniel Peretti asumió su cuarto mandato en Porteña (Córdoba)Vicepresidente 2º José Luís Mazzone (intendente de Villa el Chocón, provincia de Neuquén) que gobierna desde 1995 y fue sometido a juicio oral y público por abuso de autoridad agravado por discriminación).

Los fondos para la FAM nunca se debatieron en el Congreso, y cuando faltaban pocos días para que se agotara su mandato, Néstor Kirchner firmó a modo de despedida un subsidio de un millón de pesos, sin contar con los plus otorgados por el Ministerio del Interior de la Nación, y el Ministerio de Gobierno de la provincia de Buenos Aires.

El campo de las heridas abiertas

La pelea del gobierno nacional con el campo revivió viejas heridas. Peronistas y antiperonistas volvieron a ocupar la opinión pública. Algunos, desempolvaron las viejas alpargatas que tenían guardadas. Otros, las cambiaron por libros. Y la mayoría fue coherente con su propia historia.

La pelea del gobierno nacional con los referentes del campo removió todo el avispero político. El gobierno nacional tardó en reaccionar y cuando se dio cuenta que algo debía hacer, no tuvo otra alternativa que mandar a “los muchachos” a correr a los caceroleros, por temor a que se generalice la protesta de la clase media. La lógica K ya había perdido una de las batalles centrales, le había regalado a la Sociedad Rural la simpatía de la clase media. Y en el medio del tsunami decidió apretar el acelerador: Ya no tenía otra posibilidad que revivir la vieja división entre peronistas y antiperonistas, entre libros y alpargatas, entre pobres y ricos.
Los jóvenes de los movimientos sociales volvieron a corear las viejas consignas de “patria sí/colonia no”, “llora y llora la puta oligarquía, porque se vienen los soldados de Cristina”. Los sindicatos de la CGT se ubicaron rápidamente del lado del gobierno. Y los históricos peronistas de derecha apoyaron al campo, aún los aliados al matrimonio K, como Carlos Reuteman y el gobernador cordobés Carlos Schiaretti, al igual que muchos intendentes peronistas del interior bonaerense y del conurbano. “Nosotros tenemos que ir a la plaza, pero festejar la salida de las cacerolas porque si no el gobierno nos llevaba puesto a todos”, fue lo que más se escuchó entre los intendentes de la primera sección electoral, con gran llegada a la Federación Argentina de Municipios (FAM) y cansados del maltrato al que los somete la hegemonía gubernamental. Los intendentes que primero lanzaron la candidatura de Néstor Kirchner como presidente del partido, fueron los que más festejaron, en silencio, la protesta campestre. En cambio los movimientos sociales y ex grupos piqueteros que más dudaron de ese recostarse en el viejo PJ, fueron los más entusiastas defensores de la política oficial. Claro está que Kirchner va a armar con los intendentes y no con sus románticos movimientos sociales. Después de todo, de eso se trata la política real.

LA IZQUIERDA COHERENTE

Salvo el Partido Comunista, que recibió órdenes de Cuba y Venezuela, y un intento del intendente de Morón, Martín Sabbatella, por no quedar del lado de la oligarquía, el resto de los sectores de izquierda fueron coherentes con su historia. El gobernador de Santa Fé, Hermes Binner, se ubicó donde siempre estuvo el socialismo argentino que es del lado de los poderosos. Si estuvieron del lado de La Libertadora, ¿por qué no habrían de estar del lado de los grandes productores? Siempre estuvieron ahí y Binner no hizo otra cosa que ser coherente con su propia historia. Lo mismo hicieron los radicales, algunos conservadores, otros progresistas, algunos fachos, algunos K. Todos opinaron lo que su formación intelectual les indicó qué opinar: Estar del lado de los cultos, del pueblo pensante, de los informados. Por eso no debería resultar raro que Margarita Stolbizer, Rodolfo Terragno, Elisa Carrió y Eduardo Angeloz coincidan, aunque con matices, en que el problema es que el gobierno no entiende a los productores. Los más progres atinaron a hacer una defensa de los pequeños productores para justificar así a la Sociedad Rural Argentina. Esto no es más que lo que hicieron siempre.
Y Luis Juez, un ex peronista que había podido demostrar que “los peronistas, como la gente” (tal la división que hacen los medios masivos de comunicación), tienen capacidad de evolucionar, no hizo más que hacer lo que le indicó el punto culmine de su capacidad intelectual: Estar del lado del pueblo pensante en contra de un gobierno que funciona a “patadas en el culo”. De paso le facturó la “traición” sufrida en la elección de su provincia.

SABBATELLA EN LA PLAZA

En medio de semejante río revuelto, Martín Sabbatella anunció su presencia en el acto donde Cristina Kirchner medía su fuerza. “Hay que tratar de darle otro corte a la política Argentina, tenemos que tratar de unir la tradición socialista, democristina, con la corriente más nacional y popular que representó el peronismo, pero cuándo lo que está en juego es la posibilidad de que el Estado intervenga en regular la economía para distribuir con justicia las riquezas, hay que estar claramente en un lugar”, argumentó el intendente de Morón, quién además atribuyó a “errores del gobierno” no haber segmentado las retenciones, diferenciando a los grandes de los chicos. Entre las tradiciones no peronistas, Sabbatella lo ubica a Binner, con quién anhela un frente común junto a sectores peronistas del Kirchnerismo. Pero una vez más “el diablo metió la cola” y recordó a todos que en el medio de la ruta que conduce al anhelo hay un cráter enorme que se llama realidad. Y que hoy, como en el pasado, para que no hayan pibes con hambre, algunos tienen que tener menos de lo que tienen y eso es puja distributiva. Algunos, siempre representaron a los que tienen más. Otros, a los que tienen menos. Lo complicado es que de este lado del planeta, los que siempre representan a los que menos tienen, desde hace algunas décadas se llevan a su casa gran parte de lo que les corresponde a sus representados. Y de esto también se trata el tercer mundo, por lo menos hasta que alguien demuestre lo contrario.


(Por Fernando Mateo)

“Mi presente es tratar de vivir y no ser un sobreviviente”



Código de Barrio / Entrevista a Edgardo Esteban


El ex combatiente de Malvinas escribió un libro sobre los suicidios de los soldados que fue un éxito en las librerías. Además dirigió, junto a Tristán Bauer, la película ‘Iluminados por el fuego’ que protagonizó Gastón Pauls y ganó muchos premios internacionales. Edgardo Esteban tiene una historia muy particular con Haedo y con el Deportivo Morón. Su hermano Raúl es Concejal de Morón por el Frente para la Victoria. Conozca a un ex soldado que asegura no querer volver a una guerra porque le interesa “apostar a la vida”.


¿Cómo es tu relación con Haedo, tu barrio?

Yo tengo domicilio en Haedo, nunca hice el cambio a pesar que me mudé. Nací en Haedo, estudié en el Comercial Nº 2 y en el Rivadavia de Palomar. Siempre vengo a votar acá. Vengo siempre para acá. Esto es como dijo “Pichuco” Troilo ‘nunca me fui, siempre estoy volviendo’. Vengo a la casa de mi mamá, de mis abuelos. Sigo siempre todo lo que pasa con Deportivo Morón.

¿Ibas a ver a Morón?

Si, fui muchas veces. Pero además yo jugué en Morón hasta la Quinta División. Jugaba con (Miguel) Colombatti. También jugué un tiempo en San Lorenzo y Argentinos Jrs. Mi porvenir antes de ir a la guerra era el fútbol o la agrimensura.

¿La guerra de Malvinas te cortó una carrera de futbolista?

Eso no lo sé. Yo no funcionaba bien porque me iba a bailar los sábados a la noche y con las inferiores jugábamos los domingos a la mañana, el entrenamiento era una lucha.

¿A dónde ibas a bailar en esa época?

A Pinar de Rocha, a Crash, a Juan de los Palotes y hasta fui a The Groth, en la Avenida Irigoyen, al Argentino de Castelar, al GEI. Además fui tarjetero de varios de estos boliches y también recorrí mucho la zona de Palomar

¿Dónde te tocó hacer el Servicio Militar?

En Córdoba y me podría haber salvado porque era el sostén de una madre viuda, porque a mi padre lo mataron. Quise hacer la colimba porque estaba el marido de mi madre y yo quería hacer paracaidismo junto a él que estaba allá. Me dijeron que era por seis meses y fueron en total 16 meses de servicio, me iba de baja el 4 de abril de 1982 y el 2 fue la invasión a Malvinas.

¿Qué significa la guerra para vos?

En esa época me creía inmortal como todos los chicos de esa edad, no pensaba en la muerte. A esa edad uno quiere viajar, estudiar, salir con los amigos y ver a su novia, nunca pensás en la muerte. Haber conocido la muerte tan de cerca de esa edad te da una sensación y una angustia muy grande que fue lo que me llevó a explotar esos fantasmas de la muerte escribiendo el libro.

¿Imaginaste la repercusión que podía tener el libro y luego la película?

Nunca pensé que eso podría abrir una etapa y que creciera tanto. Ya hay siete ediciones del libro, se editó en España y se tradujo a varios idiomas y tampoco imaginaba que ‘Iluminados por el fuego’ se pudiera ver en todo el mundo (Chile, Turquía, Australia, Gran Bretaña)

¿Cómo fue presentar la película en Gran Bretaña?

Yo estaba muy seguro de lo que iba a Pasar en Inglaterra. A ellos también les pegó muy fuerte la problemática de los suicidios. El día que llegué estaba lleno de policías. Pensaban que iban a ver una especie de ataque o alguna manifestación en contra de la película, pero hubo veteranos de guerra británicos que lloraron.

¿Te emocionaste al ver esas cosas?

Para mi lo importante era hablar sobre la guerra de Malvinas. Sé que eso fue una bisagra para los ex combatientes y formó un debate. La película lo único que quiere es generar un debate constructivo. Hay que hablar de Malvinas y que sirva para que otros puedan hacer otras cosas. Ya dije todo lo que tenía que decir. Esto es lo mejor que nos puede pasar.

¿Qué visión tenés de la guerra a más de 20 años de Malvinas?

Quizás disiento con muchos de mis compañeros. Yo no volvería a una guerra. Hay que apostar a la vida y no a la muerte. Malvinas dejó muchas heridas abiertas. Tengo hijos y quiero apostar por la vida. Está bien que se reclame nuestra soberanía y que podamos recuperarlas y que los ex combatientes puedan volver a visitar el lugar. Lo importante es mirar al futuro y que podamos tener disensos. Mi presente es tratar de vivir y no ser un sobreviviente y quiero que otros puedan empezar a vivir. Estas cosas duelen, pesan y eso es lo que me preocupa. El tema de los suicidios a generado ese peso. Cuando se perdió la guerra nadie más quiso hablar y gracias a la película hoy podemos hablar de Malvinas.

¿Estamos desmalvinizados?

No lo sé. Estas cosas de las fechas no me gustan. Para nosotros Malvinas es todos los días. Que Malvinas también sirva para hablar de otras cosas que nos pasa. Qué nos pasó en Cromagnon eh. Podemos hacer una comparación ¿qué pasó que en Malvinas hay colgadas zapatillas Flecha y que pasó que en Cromagnon hay colgadas muchas zapatillas? La violencia sigue estando viva. Tenemos que mirar esas cosas para que no se repitan.



(Por Ricardo Terzoli)

La Señora estaba sensible (muy sensible)

A 26 años de Malvinas

El intendente de Morón, Martín Sabbatella, participó del acto central en conmemoración del Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, que encabezó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la base aérea de El Palomar, al cumplirse 26 años del conflicto bélico. Ese mismo día “estaba programado que hablásemos tres personas, la presidenta de la Nación, el Brigadier Jorge Chevalier y un veterano de guerra”, explicó Esteban Tries, el ex soldado que iba a participar de la ceremonia oficial el pasado 2 de abril, pero al que “le bajaron el pulgar porque la Presidenta Cristina Fernández estaba muy sensible”.

Esteban Tries iba a ser el portavoz de los veteranos y caído en Malvinas en el acto que se realizó a 26 años de la guerra del Atlántico Sur y fue invitado al programa de cable "El juego limpio" que conduce Nelson Castro todos los jueves de 22 a 23 por la cadena de noticias TN, donde explicó que la sensibilidad de la presidenta que le impidió expresarse se debía "al conflicto del campo".

"Me dijeron que la Presidenta prefería hablar ella sola, hacer un acto muy escueto, muy tranquilo y listo”, explicó nuestro héroe, ninguneado por el gobierno nacional, quien explicó que estaba previsto que su oratoria fuera breve, "sobre lo que sentía".

Esteban Tries explicó que al presentar un listado sobre lo que iba a hablar, "compuesto por 6, 7 u 8 temas, con agradecimientos, algunas peticiones", le dijeron “esto no le va ha servir al Ministerio de Defensa”, (sic).

Posteriormente, nuestro ex combatiente explicó que luego de detallar el contenido de su oratoria, le dijeron “te bajaron el pulgar”.

“Me parece que le erraron mal”, les respondió Tries. Efectivamente.

24 de marzo del 76’ – Para entender (*)

(Nota de opinión) - Siento la necesidad de expresarlo, de analizarlo si es posible, de contarlo. En el tiempo puede sonar como un arrepentimiento, pero si hablamos de militancia por un mundo supuestamente utópico, me estoy refiriendo a lo más difícil: la autocrítica. Créanme que si algo hay en nuestra sangre carboixigenada, lo más fácil es pedir perdón, y lo más difícil es reconocer el error. Lo del 76’ es una historia compartida. El asunto es cómo cada uno lo vivió. Y en verdad, esto sería lo importante, aunque tardaríamos mucho tiempo en descubrirlo, son muchos los elementos que juegan en cada uno y en todos. En todo caso yo intento hacer una diferencia entre ese eslogan reaccionario ‘por algo será’ o el otro que se utilizaba como alfombra ‘los argentinos somos derechos y humanos’. Sería iluso si considero que la autocrítica se refiere simplemente a reconocer los errores, aunque esto debe estar en primer lugar, porque de alguna manera el error significa que te equivocaste porque estás haciendo. Pero el tema pasa a ser qué y cómo, estás haciendo. Esa es la cuestión. Ya estaba en ciernes la Operación Cóndor en América Latina con su rastro sangriento. Era un manto abrasador, subyugante y asesino que utilizaba un símbolo de grandeza popular para mostrar su esencia de rapiña. Veníamos de un néctar de resurgimiento del combate popular. Un gobierno popular, en la Argentina, acompañado por la liberación de hombres e ideas, de un antigolpismo pinochetista expresado en las nutridas calles de Buenos Aires, con la plenitud de un proceso unitario en el accionar de las juventudes políticas. La experiencia de lo clandestino y la idea de probar el cómo, me dieron la posibilidad de contribuir a que los mensajes para los sectores populares en combate de Chile recibieran los que necesitaban, en la forma que por suerte pude recomendar sin tener la prueba de éxito de antemano. Después vino lo que vino, las calificaciones, la acción combatiente, la diserción, Ezeiza, los imberbes, Isabel-López Rega, la AAA y la noche negra.


Sobre el cielo de Ramos Mejía se cernía una mañana gris. Puede sonar a poesía rebuscada, pero fue lo que yo viví, despertando al golpe largamente esperado, que cada noche cambiaba de fecha. Sucedió lo que debía suceder, según los autores. Y quienes aceptaban aquellos que había comenzado a ser historia me obligaron a cuarteles de invierno, preventivo, claro, desde aquel 24 de marzo de 1976. el miedo ya había comenzado antes se profundizó con la asunción de la dictadura fascista autodenominada, con ausencia civil ‘Proceso de reorganización nacional’. Venía bien ese paraguas para intentar que explicar entre los usurpadores del poder había buenos y malos o para ser más exactos: “generales democráticos y generales reaccionarios”. A tal punto llegaba esa mimetización que el análisis político fundamental pasaba por encontrar las fundamentaciones más rebuscadas, pretendidamente dialécticas, para explicar que eso no era una dictadura o que en el sentido amplio sí, pero en el estrecho no, o viceversa. Lo que además sumado a las “buenas relaciones” con una de las fuerzas militares, nos aseguraba el plafond de ‘intocables’ como organización política. Como si esto fuera poco, se fue pasando por los confesionarios de la dictadura para declarar nuestra resuelta actitud ‘anti-ultra-izquierdista`para diferenciarnos de los verdaderos revolucionarios que resistían o atacaban al enemigo en sus ciudades. En realidad la política de diferenciación no fue más que el abandono del espíritu revolucionario, subyacente en la conciencia de los militares, para congelarlo y mimetizarse con el enemigo, iniciando de ese modo el sendero de la traición a los intereses políticos de la clase obrera y el campo popular. Coronando ese proceso con la nefasta propuesta de la ‘convergencia cívico-militar’. Es bueno dejar en claro como obligación histórica y hasta como honor, que muchos camaradas no compartieron la desviación ideológica y cayeron en las ensangrentadas manos del enemigo, porque no se despegaron de la lucha popular y de los principios que sostuvieron. La dictadura los atacó con despidos, cárcel, muerte y desaparición. Y de alguna manera, muchos de ellos y sus familiares fueron abandonados a su propia suerte ‘porque la organización debía despegarse de ellos’. No era más que la aplicación de aquella política nefasta. La solidaridad funcionó desde la convicción y la conciencia de muchos compañeros y amigos, pero tenue, por no decir en forma nula, desde la organización. Actitud que coincidía con el devenir de la mimetización planteada, bajo advocación de rechazo de la ‘subversión’, repetido incluso en las declaraciones de militantes que sufrieron horrores en las cárceles del proceso y pudieron contarlo. Es en ese marco que culmina mi ‘cuartel de invierno’ bastante breve por cierto, para incluirme en un proyecto político-periodístico en el que desarrollaríamos una experiencia inolvidable, no sólo para quienes fuimos parte de la empresa, sino para vastos sectores juveniles (fin 1ra. parte)



Por Jaime Rodríguez (Periodista y conductor)

Conductor de los programas: 'Buen día, día' (lunes a viernes de 6 a 8 por GBA)

y 'Anticuento' (lunes a viernes de 19 a 20 por GBA)

Correo electrónico: anticuento@yahoo.com.ar