viernes, 28 de septiembre de 2007

Caótica situación en el Conservatorio de Morón por problemas edilicios

Con la música a otra parte... porque se cae el techo

El conservatorio de música de Morón está viviendo una situación de desamparo por sus problemas edilicios. Hace más de 10 años que directivos, docentes y alumnos reclaman mejoras pero hasta ahora no hay nada en concreto. Hay más de 2.000 alumnos que estudian allí y unos 500 en lista de espera.
(Por Ricardo Terzoli) - La escuela de formación musical que funciona en el partido de Morón y depende del Ministerio de Educación de la provincia de Buenos Aires sufre desde hace más de una década problemas en la infraestructura del edificio de la calle San Martín al 300. El edificio tiene más de 100 años, una estructura muy vieja y muy poco mantenida durante mucho tiempo. El problema no es sólo del conservatorio sino de miles de edificios educativos en los cuales no se realizan los arreglos correspondientes, lo que pone en peligro a miles de alumnos en todo el sistema escolar.

“Esto es un problema histórico y se viene haciendo muchos reclamos de todos los actores; docentes, alumnos y directivos”, asegura José María Vittorio, presidente del Consejo Escolar de Morón y agrega que “hay una situación de olvido y abandono”.

Los reclamos son muchos en el conservatorio: mejoras en la infraestructura edilicia, rampas para personas discapacitadas, compra o alquiler de otro inmueble para albergar a todos los alumnos ya que muchos no pueden ingresar porque el espacio es reducido para tantas personas. En total, al conservatorio de Morón van 2.000 alumnos y hay unas 500 personas en lista de espera y cuenta con unos 170 profesores más el personal auxiliar y preceptores.

“Por suerte son muc
hos los alumnos que quieren ingresar”, dice la directora de la Institución, Beatriz Mastrángelo (Foto) , pero lamentablemente “muchos quedan afuera por una cuestión de espacio; no tenemos vacantes para que ingresen todos los alumnos. Hay cátedras con más de 40 personas, están apretados. Cuando hace frío y quedan personas en el patio se mueren de frío, es una situación de todos los días”. Otro de los graves problemas que se suceden en el Conservatorio Ginastera es que no hay accesos para personas con capacidades limitadas “tenemos personas con algún tipo de dificultad motriz y no se puede acceder al piso superior, no hay rampas para discapacitados”, afirma la directora lo que demuestra que en los establecimientos educativos estas personas con movilidad reducidas también sufren algún tipo de discriminación y no pueden acceder a las salas de estudio. Quien se queja por esta situación también es José María Vittorio: “La infraestructura del conservatorio no contempla a las personas con discapacidades. Es un edificio tan viejo que no tiene rampas, esos son problemas graves”.

El Conservatorio de Música funciona desde las 8 de la mañana hasta las 20:30 horas en tres turnos y allí se pueden estudiar distintas carreras; profesorado de instrumentos, profesorado de educación musical, profesorado en dirección coral, profesorado en composición, y profesorado en musicología y todas tienen una formación básica común de música académica (Clásica, Tango, Folclore y Jazz entre otros) y canto lírico.

Los instrumentos que enseñan son todos aquellos a los que pertenecen a una orquesta; Flauta, Flautín, Oboe, Clarín, Clarinete, Corno, Trompeta, Fagot, Tuba, Percusión, Trombón, Violín, Viola, Violonchelo, Contrabajo, Arpa, Flauta dulce y Bandoneón, más guitarra clásica y piano.

El conservatorio de Morón cuenta con valiosísimos instrumentos como por ejemplo un piano de cola alemán que hoy en día costaría más que una propiedad o con arpas barrocas que muy pocas personas podrían pagar, por citar sólo algunos. Por el alto costo de los instrumentos es difícil que los alumnos tengan uno propio al comenzar la carrera. Antes de comprarse un arpa, por ejemplo, los alumnos avanzan bastante y muchos abandonan por no tener su instrumento o por no poder venir a estudiar al conservatorio. “Si uno viene y avanza eso estimula la carrera, pero al no tener aulas disponibles perjudica la posibilidad de los alumnos de avanzar”, afirma la directora.

El problema no es sólo de infraestructura o por falta de lugar, la profesora Beatriz Mastrángelo cuenta que “hay problemas de humedad, filtraciones, el agua cae sobre los pianos con lo cual se arruinan los instrumentos”, pero la cosa no termina ahí y se viven situaciones increíbles: “Hay paredes con riesgo de electrificarse. Hay arreglos eléctricos que los hizo la Cooperadora con aportes de alumnos. Después de haber pasado un intento de refacción eléctrica completa, tuvimos problemas con los cables. Hasta se llegaron a caer los tubos de luz, el de la salida de emergencia le pegó en la cabeza a una de las auxiliares. Hay cuestiones muy urgentes por resolver”.

“Por la cantidad de alumnos que tiene el conservatorio no puede funcionar en su plenitud o con la seguridad que tiene que tener”, dice Vittorio del Consejo de Educación local por eso se pensó en alquilar o comprar un edificio para que funcione como anexo. Luego de muchas gestiones se consiguió un inmueble en la calle San Martín, frente a las vías del ex ferrocarril Sarmiento pero la burocracia estatal es más fuerte que la voluntad de solución. “Cada vez que se conseguía un edificio, cuando salían los papeles de alquiler el edificio ya estaba alquilado. Son tantos trámites burocráticos que nunca se llega al objetivo”, afirma Vittorio.

Por su parte, la profesora Mastrángelo informó que en marzo del año pasado se concretó el expediente de compra para un anexo, pero lo concreto es que hasta hoy no hay un nuevo edificio.

Los reclamos por mejoras en el Conservatorio Ginastera se suceden desde hace más de 10 años y pasaron por todas las oficinas públicas. “Mandamos cartas al intendente, al gobernador y al presidente y a los ministros de Educación de Nación y provincia, porque esto es una decisión política. Si lo administrativo no sale pasa a ser una decisión política”, afirma el presidente del Consejo Escolar y sentencia: “La ministra dice que quiere, el gobernador dice que quiere, entonces, si quieren que creen los canales para que se logre”.

En este mismo sentido, en el Conservatorio funciona una Asamblea Permanente integrada por alumnos, docentes, padres, personal auxiliar, biblotecarios, preceptores y egresados que también reclama constantemente. Han realizado ya varias marchas, cortes de calles y hicieron llegar petitorios a distintos lugares. “Se toman decisiones en lo que respecta al problema edilicio”, afirma Mariel Lemos, integrante de la Asamblea y estudiante de piano, “los que quieren participar pueden hacerlo. Elevamos petitorios a las autoridades de la provincia”.

Por su parte, desde el Consejo Escolar apoyan las medidas de la Asamblea: “Acompañamos en su plenitud como representantes de los vecinos y estamos convencidos de que tienen razón”, dijo Vittorio.

La ausencia del Estado es tal que no sólo en el Conservatorio se viven este tipo de situaciones. “Este Consejo Escolar votó la emergencia edilicia. No hay ninguna escuela de Morón que brinde las condiciones de seguridad y salubridad para los alumnos”, afirmó Vitorio quien además dice que “nosotros hablamos del partido de Morón pero sabemos que es en todo el país” y no hace falta más que mirar un rato algún noticiero para saber que el problema de infraestructura sobrepasa los límites del partido de Morón.

“Las escuelas no tienen enchufes de tres patas, no hay vidrios laminados, los techos tienen filtraciones, no hay salidas de emergencias, no hay rampas para personas discapacidades, todavía hay letrinas”, describe Vittorio cómo es la situación actual de los establecimientos educativos. “Hay una deuda histórica en lo edilicio, hay un abandono de más de 20 años”.

La situación del conservatorio y de muchas escuelas son similares y no hay muchas soluciones a la vista. “Votamos disposiciones para ordenar de qué forma y qué queremos que pase en Morón y todo va pasando a cuenta gotas”, cometa el presidente del Consejo y se queja diciendo que “da la casualidad que los distritos que tienen un color político parecido al que tiene a la provincia de Buenos Aires todo se soluciona con mayor velocidad y eso tiene que ver en cómo funciona el sistema democrático en Argentina” y va más allá con su bronca: “No es todo política partidaria, no es un tome y daca. Mientras los consejeros escolares sean punteros berretas que no entraron en las listas de consejales esto no se va a solucionar”.

El edificio de la calle San Martín, donde funciona el Conservatorio muchas veces puede verse un panorama desolador. Filtraciones, mucha humedad en las paredes, olor a gas, problemas con la electricidad, algo que cae desde el techo y vaya uno a saber cuántas cosas más. “No tenemos un salón de conciertos, estamos formando concertistas – dice Beatriz Mastrángelo - y cuando la orquesta ensaya tenemos que sacar la mampara que divide el salón del primer piso para agrandamos el lugar, pero no puede entrar el público porque no hay espacio, no podemos tener orquesta y público en la misma institución”, más claro imposible y recuerda que “estuvimos más de un año sin gas” y prosigue con la descripción de una situación caótica: “Ahora hicieron la instalación de gas a nuevo que teóricamente iba a servir para terminar con los problemas, pero resulta que en las aulas seguimos teniendo olor a gas, dicen que ahora el problema son las estufas”.

Beatriz Mastrángelo, la directora del Conservatorio musical afirma que “hay una serie de cosas que sumadas dan un panorama de riesgo que queremos evitar por todos los medios”.

Los reclamos por refacciones y mejoras llegaron a todos lados. El intendente fue notificado de la situación edilicia y este acompaña el reclamo, la Dirección General de Educación también fue informada ya varias veces y la Asamblea Permanente fue hasta el Palacio Pizzurno, donde funciona el Ministerio de Educación de la Nación y sólo obtuvieron una promesa de que el titular de la cartera educativa, Daniel Filmus les diera una audiencia algún día.

Como verán, los alumnos del Conservatorio Alberto Ginastera de Morón, uno de los más prestigiosos del país y de donde salieron grandes músicos y compositores (Roberto Sacchente e Irma Constanzo, entre otras personas), ven como poco a poco su escuela va deteriorándose y ninguna autoridad provincial acerca una solución rápida, todo lo que se hacen son pequeños parches momentáneos que sólo dependen de la buena voluntad de docentes y alumnado.
(Por Ricardo Terzoli)

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