"A Pierrock lo veían los drogones y los que no se drogaban"

Entrevista a Daniel Zaballa

El actual director de Cultura de Morón, Daniel Zaballa era parte de un grupo que muchos jóvenes de fines del los 80 y principio de los 90 de la zona oeste aún hoy recuerdan: Pierrock y los No Videntes. Actor, mimo, payaso y escritor, dio clases de teatro en su propia casa y le dedicó una canción a Castelar, su ciudad natal

Siempre tuvo una inclinación hacia la expresión teatral. Hasta que un día lo convocó Sabbatella para hacerse cargo de la Dirección de Cultura. Aceptó el desafío y pudo formar un equipo de trabajo al cual dirige desde hace ocho años.

¿Dónde fue tu debut como actor?

Debuté a los 15 años. Hice ‘Una estampa histórica’ un 25 de mayo en el Teatro Municipal donde me dirigió Jorge Lezama. Ahí hacía un soldado que gritaba “viva Belgrano” y luego bailaba un minué. Pero la primera obra que hice fue “Buenos días mamá” de Eduardo Pappo, eso fue en el Cine Gran Ituzaingo, hace 35 años atrás.

En el Parroquial de Castelar, donde cursó la escuela primaria, siempre se lo veía en todos los actos. “Era siempre el centro de atención, por los chistes, el humor. Hacía títeres, me gustaban los payasos. Tenía muy claro que quería actuar”,recuerda.

Durante la crisis hiperinflacionaria del gobierno de Raúl Alfonsín, por los bares de Morón y Castelar apareció una banda de rock llamada Pierrock y Los No Videntes. “Nosotros le decíamos Clown rock o rock payasesco”, comenta Daniel.

“Una de las coristas era mi ex mujer y mi hermano era el tecladista, él tenía una banda que se llamaba Bajo Cero, donde yo hacía unos monólogos de humor”.

Pierrock comenzó porque un día, el bajista Abel Swarzberg vio actuar a Zaballa y le propuso juntarse para formar un nuevo grupo. “Me encantó la idea, le dije que sí pero que a cara limpia no salía a cantar y sí como un personaje”.

¿Por qué tu personaje se llamaba Pierrock?

Empecé a pensar en un personaje y me acordé de Pierrot, el payaso enamoradizo de la luna, muy romántico. Este payaso francés había sido perseguido con mucha injusticia en el Siglo XV por haber hecho morir a mucha gente de risa. Por eso los espectáculos nuestros empezaban… ‘Corría el Siglo 15 cuando en Francia nace Pierrot…’, y yo aparecía entre el público escapando de mis perseguidores. Para zafar usaba un revolver en el show. Lo increíble es que era un revólver de verdad, pero con balas de fogueo. Andaba con eso por la calle antes de los recitales, nunca me paró la cana. Iba a Capital con el revolver, una 38. Una alumna que tenía armería me lo regaló. Empezaba a tirar tiros hasta que me sentía acorralado y aparecía una voz sobrenatural que decía que ponía al servicio de este Pierrot a dos hadas cibernéticas y se convertía en Pierrock. El payaso roquero aparecía y cantaba, era su modo de salvarse.

¿Tenían un tema de un poeta cubano “Felices los normales”?

Es una adaptación que hice de un poema de Roberto Fernández Retamar. Se lo mandé a él lo escuchó y me mandó una nota agradeciéndome a mí y a Marcelo Puig que hizo la música. Con el tiempo vino a mi casa la hija de Fernández Retamar. Eso fue una buena alegría. Con Pierrock hacíamos una estética muy divertida pero que tenía una idea muy fuerte de crítica hacia los gobernantes y hacia la hipocresía que había de la clase media. El ejemplo más claro fue Castelar City, la perla del oeste (ver aparte).

¿Qué recuerdos te quedaron de esa época?

Mucha gente recuerda a Pierrock. Iba a FM en Tránsito a un programa que se llamaba RadioKonga. Con la radio nacimos juntos. Hacíamos recitales en pubs de Castelar y se transmitían en directo, era impensado en ese momento, una locura. Hacíamos cosas muy locas. Como llegar a Free Port o After Six en un auto antiguo, descapotable y dábamos varias vueltas por el centro de Castelar, era todo muy lindo, con mucha libertad, nos divertíamos mucho. Venían grandes y chicos, todo muy familiar, nos veían los drogones y los que no se drogaban, un público muy diverso. Estaba bueno. A través del humor había mucha crítica, fue una buena época. Por la calle muchos me recuerdan siempre lo de Pierrock (inclusive el autor de esta nota).

Pierrock se separó de Los No Videntes luego de tres años de actuaciones por el oeste y por el circuito de bares de Capital. Se presentaron en muchos lugares tales como Oliverio Mate Bar o La Manzana de las Luces. Luego de la ruptura con Los No Videntes, Pierrock empieza un peregrinaje con La Trouppe. “En Los No Videntes lo actoral estaba puesto en mí fundamentalmente, en cambio con La Troupe estaba más repartido, había más payasos y más puesta en escena”, recuerda. La Trouppe duró varios años “hasta que me llamó Hugo Midón para trabajar en ‘El Gato con Botas’” junto a Favio Posca.

¿Cómo fue la etapa del Living Teatro?

Alquilé una casa y ahí mismo donde vivía con mi ex mujer y con mis dos hijos (está esperando el tercero con su actual pareja). El dueño nos dejó tirar una pared y empezamos con el proyecto y armamos un teatrito. Fue un proyecto pedagógico y artístico cuando por acá no había muchos centros culturales. Al año que abrimos nosotros, también abrió el Discépolo.

Zaballa también quema sus pestañas escribiendo. Tiene un libro publicado ‘De ensoñaciones y de muertes’. “Escribo desde los 14 años”, y agrega: “me gusta mucho la narrativa de cuentos. Escribo mucho para mí tengo una novela corta terminada que empecé a mandar a concursos”.

Recorrió teatros, bares, pubs. Estuvo siempre ligado a la actuación, hasta que un día de año 1999 llegó un llamado para hacerse cargo de la Dirección de Arte y Cultura de Morón.

¿Cómo tomaste el llamado de Sabbatella para dirigir el área de Cultura?

Cuando me llamó fue una sorpresa. Me habló un año antes de asumir. Yo no creía en los políticos y creo que hago bien y la gente hace bien cuando no cree en ellos. El sistema político está muy viciado. Acepté el desafío y pude armar un equipo de trabajo.

¿Cómo te definirías?

Para mí seguir actuando es vital. En los padrones figuro como actor, soy actor o payaso si querés. Hay tantos políticos de saco y corbata que son payasos… en el sentido peyorativo. Hoy te aseguro que hay un payaso al frente de la gestión. (Risas)

(Por Ricardo Terzoli)

CASTELAR CITY

Nací en Castelar que es la “perla del oeste”
El sol brilla más, a menos que esté nublado
La “Córdoba chica” siempre la han llamado
Tenemos “microclima”, terreno “elevado”
¡Por eso, amigos míos, yo adoro a Castelar

¡Castelar..City!!

¡Qué ferrocarril! De aquí salen los locales (¡Castelar solamente!)
Viajamos sentados, no nos mezclamos con nadie.
Somos todos felices, tenemos nivel
Invade el vagón el “parfume francés”
¡Por eso, amigos míos, yo adoro a Castelar!

¡Castelar..City!!

La gente de acá profesa la fe Cristiana (Católica)
Los curas de sport pasean en autos “0 KM”
No guardan rencores, perdonaron a Bignone
Si les suena tu apellido te ganaste el paraíso
¡Les aseguro, amigos, que Dios vive en Castelar!

¡Castelar..City!!

Dignas instituciones
Y otras asociaciones impulsan a mi ciudad
Familias distinguidas se matan por figurar (¡Acá, acá!)
Si sos enfermero te llaman “doctor”
Comen mucha mortadela pero vomitan jamón.
¡Por eso amigos míos, yo adoro a Castelar!

Mujeres modernas estudian en la escuela de “Pichón Riviére” (¡Qué nivel!)
Los jóvenes rebeldes usan remeras “Sun Serf”
Hay mayoría de Radicales y de la UCD
Que trabajan con pasión, no piensan en “Revolución”
¡Por eso amigos míos yo adoro a Castelar! (*1)

¡Castelar..City!!

Nací en Castelar, la culpa no ha sido mía (no, de má, de pá)
El destino quiso que caiga parado acá
Mi padrino es comisario, mi tío concejal,
Mi abuelo fue intendente, mi padre presidente,
Por eso yo me animo a cantarle a mi ciudad

¡Castelar...City!! ( I love you my City..!)

Letra: Daniel Zaballa / Música: Marcelo Puig