miércoles, 14 de octubre de 2009

Dígale SÍ

Yo no sé qué pensarán aquellos que repudian el corte de la Panamericana (por parte de los trabajadores de Kraft-ex Terrabusi). La historia no empieza ahora. Todo cambia, no para la clase obrera: Juan Esteban Ferreira desaparece de la planta de Terrabusi S.A. el 27 de Agosto de 1976. Antes, Susana Ossola de Ferrarese, de 23 años, fue secuestrada en San Miguel el 22 de Mayo de 1976. Un año más tarde le tocaba a Carlos Eduardo Becker. No fueron los únicos. Mientras tanto, los Terrabusi se preparaban para pasar de “alimentarios” a “sojeros y dueños de pura sangre”, y luego el director de Asuntos Corporativos de Kraft, Pedro López Matéu, ex Clarín, que cuenta con una vitae que destaca su accionar para efectuar despidos y disolver comisiones internas (fue responsable de los 119 despidos que se efectuaron en Clarín el 3 de Septiembre de 2004, en Artes Gráficas Rioplatense (AGR), empresa del grupo Clarín). Estaban agazapados y preparados para hacer su cirugía. Los 160 despidos en la planta de Pacheco, es parte de un plan que el segundo grupo alimentario del mundo tiene para echar a 10.000 empleados y cerrar veinte fábricas en distintos países. Una multinacional que no trepida en ignorar las leyes laborales de cada país y convierte a sus plantas en comisarías propias, con la anuencia de gobiernos y policías que responden a sus intereses. Mientras tanto declaran ganancias en Argentina por 1.487 millones de dólares en el primer semestre de este año, y como miembro de la Cámara de Comercio Hondureño-Americana se expresó a favor (y financió) de la dictadura de Micheletti en Honduras. La fortuna personal de Buffet, número uno de Kraft, es de 40 mil millones de dólares. Nunca hemos vivido más desembozada y descarnadamente la lucha de clases en Argentina...


¿Se puede dudar?... Claro que sí, si no me dicen claramente quiénes son los que dicen aplicar las leyes (las suyas), para evitar la sindicalización de los obreros en Argentina. Pero claro, si son 160 contra 3.000, ¿Qué cambia?... Cambia simplemente el concepto. Como nunca antes Bertold Brecht está presente: “Ayer vinieron por mi vecino y no dije nada, hoy vienen por mí...”, ¿qué hago?... ¡Luchá!,... es el único camino.


(Por Jaime Rodríguez)

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