Las cuentas provinciales están en rojo
¿Cómo se abonarán los salarios que surgen de las últimas paritarias, y cómo se cancelará el próximo aguinaldo?
Es un misterio que contradice los índices inflacionarios oficiales.
Todas las señales indican que a mediados de año, se produciría un colapso monetario, a no ser que se adopten medidas preventivas.
Como las cuentas no cierran y hace falta plata fresca, el gobierno provincial aprovechó la reforma impositiva, pensada para apuntalar a los municipios, para pedir permiso y ampliar su endeudamiento por otros 2 mil millones de pesos.
La reforma impositiva, (que quedo en Stand by hasta el 31 de mayo), incluye la ampliación del programa de emisión de Letras del Tesoro. Este mecanismo es utilizado por el Ministerio de Economía desde 2010 como una de las medidas que permite conseguir fondos para mitigar los problemas de financiamiento que posee el Estado provincial.
El gobernador no puede asegurar como pagará los salarios de Julio.
El déficit estimado en el Presupuesto para este año es de 6.600 millones de pesos. Y a que a esto hay que sumarle los aumentos salariales 2012 que no fueron incluidos en el cálculo de gastos y recursos. Sólo la suba a los docentes costó 4.790 millones de pesos.
El gobierno de Daniel Scioli se dispone a emitir títulos en el mercado local en busca de liquidez con el objetivo de atender su déficit financiero.
La operatoria anunciada tendrá como colocador principal al Banco Provincia y como co-colocador a la firma Puente Hermanos.
El gobierno provincial pondrá como garantía de reembolso del préstamos a recursos provenientes de la coparticipación federal. Lo que se olvida el gobernador es que la Casa Rosada dejó de enviarle fondos hace cinco meses.
Unos 7 mil millones en patacones billete duermen, sellados, en la bóveda del Banco Provincia.
Recuerdos de una crisis del 2001 que hoy aparecen como fantasmas en el imaginario colectivo Sciolistas.
El intendente de la localidad cordobesa de Mendiolaza, Daniel Salibi insistió en su pedido al Gobierno provincial para que imprima “cuasimonedas” y así poder pagar salarios de los empleados estatales, ya que se encuentra en problemas de solvencia por la baja en la coparticipación.
Así tanto Córdoba como Buenos Aires podrían volver a emitir cuasimonedas como en su momento fueron el Patacón y los Lecor, para pagar sueldos y cancelar deudas con proveedores, obligaciones que no pueden garantizar con los ingresos previstos por recaudación propia y coparticipación. Los intendentes que reclaman la emisión de bonos sostienen que si los fondos de la coparticipación siguen en picada, ‘en 90 días no va a haber plata para pagar salarios, proveedores, ni servicios en Córdoba.
Aunque desde ambas administraciones lo niegan, los gobernadores José Manuel de la Sota y Daniel Scioli, de buena relación entre ambos pero de un vínculo tirante con Cristina Kirchner, barajan esta opción como una salida al ahogo financiero al que los somete la Casa Rosada.
El kirchnerismo está empeñado en desgastar la figura de Scioli, ya que ello le permitiría tener allanado el camino al no haber, al menos por el momento, otra figura dentro del peronismo que le pueda hacer sombra. Pero el tiro puede salir por la culata, poner en aprietos económicos a una provincia, en cuyo territorio se despliegan los bolsones estructurales de pobreza e indigencia más importantes del país, nunca puede constituir un experimento político exitoso. La luz roja la encendió la provincia de Entre Ríos ,y Santa Cruz donde los sueldos de marzo fueron pagados en dos cuotas.
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