
lunes, 24 de noviembre de 2008
CUANDO EL MUNDO SE ESTREMECIO
A 91 años de la Revolución Bolchevique
Sin duda, el acontecimiento que cambió el rumbo de la historia del siglo XX, fue la Revolución Socialista de Octubre, encabezada por los Bolcheviques y su máximo dirigente Vladimir Illich Lenin (Ulianov). El viejo calendario ruso apuntó la madrugada del 26 de Octubre de 1917, el nuevo calendario registra el 7 de Noviembre como el día de la conquista del poder por parte de los revolucionarios. John Reed, el joven y talentoso periodista que ya había cabalgado al lado de los peones, encabezados por Villa, enarbolando las banderas de la rebelión mexicana, que marcharon hacia el Capitolio, lo describe en su magnífico libro “México Insurgente”. John, del mismo modo, acompañó los días fundamentales del riquísimo proceso revolucionario ruso y plasmó esa experiencia en su fundamental obra, llevada luego al cine soviético, “Diez días que estremecieron el mundo”. De tal modo que es el propio Lenin quien escribe el prefacio para la edición norteamericana, donde expresa: “Yo quisiera ver este libro difundido en millones de ejemplares y traducido a todos los idiomas, pues ofrece una exposición veraz y escrita con extraordinaria viveza de acontecimientos de gran importancia para comprender lo que es la revolución proletaria, lo que es la dictadura del proletariado. Estas cuestiones son ampliamente discutidas en la actualidad, pero antes de aceptar o rechazar estas ideas es preciso comprender toda la trascendencia de la decisión que se toma...”

El Congreso de los Soviets de diputados Obreros y Soldados de toda Rusia. Los delegados de los Soviets Campesinos.”
El capítulo culmina en la pluma de John con esta crónica descriptiva y fresca: “Eran exacatanebte las 5 y 17 minutos(del 7 de noviembre) cuando Krylenko, tambaleándose de fatiga, subió a la tribuna y mostró a los reunidos un telegrama. ‘Camaradas!!. Es del Frente Norte!. El XII Ejército saluda al Congreso de los Soviets y comunica la creación de un Comité Militar Revolucionario, que ha asumido el mando del Frente Norte!!...’. Comenzó algo completamente indescriptible. Los hombres lloraban y se abrazaban unos a otros. ‘El general Cheremisov ha reconocido el Comité. El comisario del Gobierno Provisional Voitinski ha presentado la dimisión!’... La revolución era un hecho consumado... Lenin y los obreros de Petrogrado habían decidido el levantamiento, el Soviet de Petrogrado derribó al Gobierno Provisional y colocó al Congreso de los Soviets ante el hecho de la toma del poder. Ahora había que ganarse toda la inmensa Rusia y luego el mundo entero. Respondería Rusia?, se levantaría?. Y el mundo?, qué diría el mundo?. Responderían los pueblos al llamamiento de Rusia?, se alzaría una ola roja mundial?... Eran las seis de la mañana. La noche había sido fría y pesada. Sólo una luz débil y pálida, como ultraterrena, se abría paso tímidamente por las calles silenciosas, haciendo palidecer las hogueras de los centinelas. La sombra de un temible amanecer se levantaba sobre Rusia”.
(Por Jaime Rodríguez)
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