El panorama es malo. Bastante triste. Un oficialismo autista y una oposición patética.
Los responsables son muchos. Los de un lado, los del otro, los ciudadanos todos. Un oficialismo con pensamiento único, arrogante y omnipotente por un lado y una oposición decadente, sin ideas y sólo preocupada en la sucesión electoral por el otro, no nos pueden ofrecer nada estimulante para el futuro.No hay oposición, hay opositores pero sin estructuras sólidas que los contengan. Y con nada, el Gobierno retoma la delantera al plantear el diálogo mientras la oposición no puede acordar cuatro puntos para ir con un proyecto común.
La oposición es una bolsa de gatos: Cobos, Reutemann, Macri, Duhalde, Rodríguez Saá, y Menem.
Calificar a cada uno seria un ejercicio mental y un repaso de la historia reciente en antecedentes, denuncias y procesos judiciales interminables.
Veamos:
Julio Cobos: denunciado penalmente ante la Justicia Federal por haber aprobado como presidente del Senado y por "mayoría simple" las reformas al impuesto al cheque que obtuvieron media sanción en la Cámara Alta.
Carlos Reutemann: denunciado ante la Justicia por los presuntos delitos de "homicidio calificado" y "desaparición de personas", a raíz de las víctimas provocadas por las inundaciones que afectaron a la provincia en el año 2003.
Mauricio Macri: El juez Oyarbide cree que el jefe de gobierno forma parte de una asociación ilícita por escuchas telefónicas, declarará ante la justicia el 5 de mayo.
Eduardo Duhalde: Luis D´Elía, imputó al ex vice presidente, como jefe del narcotráfico en la Argentina. Duhalde se encuentra desde entonces sometido a proceso judicial penal.
Adolfo Rodríguez Saá: La Cámara Federal resolvió que debe impulsarse una investigación por supuesto enriquecimiento ilícito contra el ex presidente Adolfo Rodríguez Saá y su familia.
Carlos Menem: El Juez federal Ariel Lijo, lo proceso en el marco de la investigación de los hechos conocidos como "pista Siria".
Por el lado del Gobierno el matrimonio Kirchner esta acusado de enriquecimiento ilícito por la compra de 2 millones de dolares.
Con este panorama la oposición solo es una reunión de gente muy disímil cuya única coincidencia táctica es suceder al sector que ocupa el poder. Pero sus ambiciones personales son muy diferentes entre si.
Los radicales viven un curioso síndrome. Están tan convencidos que el próximo turno de gobierno les tocará a ellos, que mirando el futuro están perdiendo el presente. El gobierno sin un gramo de ingenuidad agitó el fantasma de la entrega anticipada del poder y el radicalismo se zambulló en una negociación desesperada, como si fuera su gestión la que estaba en juego.
Con la diferencia del peronismo que el que gana gobierna y el que pierde acompaña
Los tibios progresistas se ubican en esa franja gris de “ni opositores ni oficialistas,
Con estos retazos de una oposición fragmentada, preocupada por ver quién asumirá el liderazgo de un espacio político pero que no resolverá los problemas de la gente. Y un gobierno equivocado, soberbio, y vanidoso, todo es más de lo mismo, es la pérdida de confianza llevada a no tener expectativas.
(Por El Disparador)
Abril 2010
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